Refugio de pescadores

El puerto siempre tiene ese carácter de refugio, de espera, de recogimiento, casi de hogar, de lo materno.
Si hablamos de imágenes, es un refugio de colores, de quietud. Presento la imagen tal y como la tome, solo he recortado la parte inferior en que las rocas aparecían manchadas. Los colores del faro y del noray son originales, en ambos sentidos de la palabra.

Un contraluz muy marcado

 
Estos botes pequeños aparecen aplanados por la fuerza de luz del medio día. El color verde del agua, también está bajo y parece casi negro. En definitiva un contraste blanco negro. La fotografía tiene un toque de originalidad. 

Pequeña barca verde

Entonada entre los colores que le rodean la pequeña barca espera pacientemente su momento de trabajar.

Red barredera... de colores

El pesquero ha recogido con sus redes toda clase de... colores, los colores del Mediterráneo, y los ha depositado en su cubierta.
Allí los ha captado la máquina fotográfica para distribuirlos al mundo entero por otra clase de red...
Desde el mar de Motril para todos vosotros, estéis donde estéis.

La ola perfecta

No es frecuente ver romper una ola con tanta homogeneidad. Parece un tubo que se hubiera cerrado en esa espiral perfecta. Es la playa de Marina del este.

Escultura de Miguel Moreno

Este escultor granadino tiene muchas obras en la costa mediterránea y en muchos otros sitios. Aquí trae un toque de grandeza a este paseo marítimo. La estructura de la fotografía queda rota en dos por el mástil blanco, como señalando la diferencia entre la tierra y el mar.

También Marina del este

Un doble plano que aporta profundidad y el edificio social al fondo co su estructura singular.

Menorquina

Es una embarcación típica dela isla de Menorca. Seguramente la usaban para la pesca y para la navegación entre islas. Tiene una forma simpatica y esta pensada para mares planas.

Buscando el color (y calor) del sol

Foto tomada en la playa de Marina del Este (Almuñecar) en invierno, buscando plasmar el color del sol en el agua (y el calor) aunque la cámara no llega a captar los colores que el ojo disfruta.